lunes, 29 de agosto de 2011

¡Ya podeis votar!

Como bien dice el título de la entrada, ya podeis votar el relato "Canciones tristes para los malos amantes" que escribió la exitosa creadora del blog "He olvidado recordar de memoria", CrisCris.
Se puede votar desde hoy hasta el día 15 de septiembre. El modo de hacerlo es el siguiente; cubrir el cupón que viene dentro del periódico "La Voz de Galicia" con vuestros datos y el título del relato al que querais votar, y, por último mandarlo por correo.
Votad. No os arrepentireis.
Gracias

martes, 23 de agosto de 2011

Diario de un vecindario agresivo

Capítulo 5: ¡Qué guarrada!

Empiezo este capítulo con este titulo porque es la verdad. Mis buenos vecinos del primero son unos guarros. ¿A qué no sabéis por qué? Pues porque dejan la basura en las escaleras para que después huelan mal durante el resto de día. Joder, no les cuesta tanto ir a tirarla al contenedor, pues, la hora era la permitida, y no te metian multa. Además no una bolsa sino dos.
¡Son unos guarros! Y lo reitero. Sino acordaos de las colillas en el portal.
Continuará.....

viernes, 19 de agosto de 2011

Diario de un vecindario agresivo

Capítulo 4:¡No aguanto más!

Estoy harta. ¡Ya no lo soporto más! Si no suelto está rabia me va explotar la cabeza. Mis vecinos deben pensar que nuestro edificio es una discoteca donde pueden hacer fiesta perpetua. Si no son unos son otros. El otro día los del 4º estuvieron toda la tarde de fiesta, pero yo me pregunto ¿no pueden tener la música a un volumen normal? No tienen que tenerla alta para que todo el vecindario la escuche y se ponga a bailar. Es que no los soporto. Se tienen que relajar un poco. ¡Ah! Y también andaban a grito "pelao" como si estuvieran en el monte.
Aquí siguiendo con mi terapia. Próximamente más....

martes, 9 de agosto de 2011

Diario de un vecindario agresivo

Capítulo 3: La loca

Tengo un problemón. La vecina de al lado está loca, digase super trillada. No la aguanto. No soporto sus conciertos todo el puto día, se cree la Pantoja si me descuido, pero, a ésta le vale cualquier género musical.
Aún era soportable si cantara normal, pero no lo hace a voz en grito para que se enteren los vecinos en 15 km a la redonda. ¿Será a ver si pesca un productor musical? ¡Ojalá! A ver si se larga de una vez, que ni la soportan sus propios vecinos de edificio, ni sus hijos la aguantan, se va a quedar más sola que la una.
Proximamente seguiré con esta terapia de choque que a la vez es tan entretenida.

Canciones tristes para los malos amantes






"Escucho el sonido de tu voz llamarme desde la distancia. Sé que he sido yo la que ha caminado hasta aquí sin permiso y reconozco que no sé adónde me han llevado mis pies. Solo puedo decir que está oscuro y tengo miedo. Hace un segundo estábamos juntos. Tú me agarrabas la mano con fuerza para que no me alejara y ahora solo tenemos la nada. Hace tanto que no escucho tu voz que casi es para mí desconocida. Sin saber que te pertenece, pasa corriendo por mi mente y me pide que describa el lugar. Un pozo vacío es lo único que mis labios logran articular. Preciso pensar con claridad, pero lo único que consigo dilucidar es que no puedo dar marcha atrás. No reconozco la vida que, sin permiso, me ha sido asignada. Creo que no me queda más que el llanto en silencio como la melodía que acompañe el resto de mi existencia. Y entonces, la vida, esa a la que yo acabo de insultar con mis lágrimas, me muestra en dorado espejo todo eso que no quise ver. Tú todavía no estás y mi mano aún yace sola, como muerta, en un espacio que no sé como completar. Suena una canción que clasifico como «triste»; notas y palabras se intercalan en la partitura de la vida. Escucho con atención. Permanezco en silencio dejando que sea ella la única que hable y entonces advierto que todo cuanto dice fue escrito por mí en un relato que te dedicaba a ti. Evoco el momento en el que lo escribí y, a pesar de que lo he memorizado palabra por palabra, no sé qué quiere decir. Y mientras tanto, nuestra canción triste sigue sonando. Me siento en la superficie terrosa de mi pozo, apoyo las manos en el suelo y remuevo la tierra con la punta de los dedos. Lo tengo. Recojo mi hallazgo y lo abrazo imaginando que es a ti a quien abrazo. De pronto, una luz cegadora ilumina mi pequeño habitáculo mientas reescribo mi relato en el cuaderno de pentagramas que acabo de encontrar. Comienzo con el título Canciones tristes. Luego tu nombre, y cuando considero que ya está acabado regreso a la primera página para añadir algo más. Escribo «para los malos amantes» y lo cierro para no abrirlo jamás. Comprendo que no me abandonaste. Que necesitaba estar sola para poder escribir mi propia canción con las palabras que tú me enseñaste. Recuerdo que una vez alguien me habló de un lugar llamado «El cementerio de los libros». Considero que es ahí donde debe estar mi Canciones tristes para los malos amantes y donde creo que tú lo leerás con más tranquilidad. Pero, ¿dónde está? Miro al cielo y unas nubes blancas me dicen hacia donde debo caminar. Sé que no mienten. Como tú, ellas dicen la verdad."

Este es el relato que publicó este año en La Voz de Galicia nuestra amiga escritora CrisCris.
Aún no se han abierto las votaciones (se vota por correo a través de un cupón que trae La Voz de Galicia al término de la publicación de los Relatos de Verán), pero os pido que si lo leisteis, os gustó y sois de una ciudad donde se venda La voz de Galicia por favor votad para que gane ese espléndido viaje.
Si os quedais con ganas de ller más sobre esta fantástica autora, acudid al blog He olvidado recordar de memoria y leed "Olaya se enamora" su exitoso libro.
Gracias

Imágenes de ti

"Un vaso pequeño, de los de toda la vida, teñido en el fondo con una mancha de café puro que nunca desaparecía, reposaba siempre sobre una silla de madera clara situada al lado de tu cama, en esa habitación con aires de antigüedad y esencia acogedora, en la que pasabas la mayor parte del día.
Cuando me asomaba furtivamente a esa puerta siempre te veía en la misma posición, sentado sobre la colcha verde de tacto rugoso, con las palmas de las manos apoyadas suavemente en el colchón y la cabeza baja. Y entonces yo, que en aquellos momentos ni barajaba la posibilidad de perderte, entraba en silencio y me sentaba a tu lado con ganas de permanecer siempre así. Charlábamos con el sonido de la tele de fondo, no porque nos interesara sino simplemente porque siempre estaba encendida. Y así dieciséis años seguidos.
Hasta que el primer sábado de agosto llegaste caminando apoyado en tu bastón adonde estaba yo, esperándote. Te sentaste a mi lado en aquel banco de la plaza de tu vida. No supe lo que me decías, pero en cierta forma te despediste augurando un futuro distinto que sabías que ya no verías. Fue la última vez que nos sentamos juntos y no fue sobre la colcha verde rugosa, sino sobre un banco de madera, rodeados de árboles de tronco blanco, azotados, por la fuerza de un viento enloquecido que te arrastró poco a poco.
La oscuridad te engulló a pesar de mis intentos e ilusiones por sacarte de ese agujero negro al que te precipitaste obligado por la vida. Mi universo se volvió sombrío y yo me quedé ciega viendo imágenes de ti a todas horas. Hasta que un día amanecí nuevamente en mi cama con la vista parcialmente recuperada. Me erguí frágil pero decidida. Te sentí cerca. Rozaste imaginariamente mi brazo, como queriéndome avisar de que estabas a mi lado dispuesto a acompañarme una última vez.
Cerré los ojos y caminé hasta el 31, donde seguía tu habitación con aires de antigüedad y esencia acogedora. Pero la colcha verde de tacto rugoso ya no estaba, tampoco el vaso pequeño de toda la vida teñido en el fondo con una mancha de café puro que nunca desaparecía. Dejé de sentirte. Te habías ido, el vaso ya no estaba y la mancha de café había desaparecido."


Este el el relato que se publicó el año pasado en La Voz de Galicia. Su autora es, la consagrada escritora del exitoso libro "Olaya se enamora" y también del blog He olvidado recordar de memoria, CrisCris.
Tiene un lugar especial en este cementerio.
Leedlo

lunes, 1 de agosto de 2011

El maltrato de libros II

Vuelvo a decir que hay bibliotecas donde no les importa el trato que se les dispensa a los libros que prestan. Otro ejemplo de este tema, es la Biblioteca Municipal de Frigsa, donde tienen unos libros que mitad de ellos están para ser reciclados, los probres, y comprar otros ejemplares nuevos.
En esta biblioteca tampoco les importa que no les devuelvan sus ejemplares, sin ir más lejos, y por poner un ejemplo (aunque no es un libro), hay un disco que devería haber sido devuelto hace casi cuatro años, y ellos ni inmutarse.
Así que luchemos contra este maltrato indiscriminado de algunas persona que piensan que por no ser los libros de su propiedad los descuidan muchos más.
Si saben de algún sitio donde maltraten los libros, avisenme,y yo desde aquí los denunciaré.
Gracias