Buenas, ¿cómo estáis? Os vengo a subir una reseña, de una novela que leí hace ya algún tiempo, pero como pensé que os podía interesar, aquí os la dejo. A continuación os dejo la sinopsis de la historia y mi valoración personal.
Abby Shane ha regresado a casa, en Montana. Para recuperarse de un ataque que tuvo en Nueva York, teniendo pesadillas y cicatrices emocionales. Pero al estar en casa no solo tiene que sanar del ataque, si no también de un amor no correspondido. Ahora, que se supone sana en este período de tiempo, resulta algo totalmente diferente.
Como siempre, esta autora, gracias a sus descripciones, nos hace viajar a los maravillosos parajes donde transcurre la historia sin salir de casa.
Nos muestra como es la vida en un rancho, y el duro trabajo que eso supone, a la vez que nos describe a los personajes, dos supervivientes natos, que luchan por lo que quieren sin necesidad de que se lo digan, a pesar de los impedimentos que la vida les ponga.
Luchan por lo que necesitan y aunque, parezca que están mejor solos, lo que no saben es que aunque luchen contra lo que sienten, no va a ser suficiente.
Es una buena lectura, ya que es una historia corta, y desde el principio te engancha, ya que gracias a la autora que te mete dentro de la misma, la vas viviendo a la vez que los protagonistas.
No es pesada, y si te gusta este género de novela, te gustará esta, ya que las historias de esta autora, aunque son románticas, tienen también un poco de suspense y de policíaca, ya que en todos los pueblos hay un sheriff.
Leedla porque no os vais a arrepentir, ya que en los tiempos que corren, cualquier distracción es buena, y esta novela os engancha desde el minuto uno que la cojáis en vuestras manos, y ya no vais a querer parar de leer. Es una buena forma de desconectar del trabajo, de la rutina, etc.
Gracias por vuestra atención, y recordad que un día sin leer es un día perdido.
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