Buenas, ¿cómo estáis?
Parece que tengo un poco abandonado el blog, pero es todo lo contrario, estoy recopilando libros para poder subir entradas, y prueba de esto, es que os vengo a dejar la reseña de la última entrega, que salió hasta el momento, de la serie "Las Guerreras Maxwell", en donde nos volvemos a sumergir en el mundo medieval.
A continuación os dejo la sinopsis de la novela y la valoración.
Las gemelas Beth y Gladys Craig se vieron obligadas a abandonar Noruega y dejar atrás a su familia. Las constantes amenazas de su tío Leiv hicieron que sus padres tomaran la dura decisión de ponerlas a cargo de sus tíos Sven y Ottilia en Elgin, Escocia.
Físicamente son como dos gotas de agua: pelo rubio, ojos claros, delgadas, pero sus caracteres son muy diferentes. Mientras Beth es sonriente, noble, trabajadora y luchadora, Gladys es enfadica, ruin, holgazana y conformista.
A pesar de que Beth es muy consciente de los defectos de su hermana ella la adora y la protegería con su propia vida, puesto que se lo prometió a sus padres. Desde pequeña siempre ha dado la cara por ella y la ha sacado de mil apuros, sin importarle quedar como la mala por ser la más bruta y guerrera.
Todo cambia cuando una noche Beth conoce a Iver McGregor, un guapo y joven highlander del clan McGregor.
Gladys, en vez de alegrarse, se encela. ¿Por qué ese guapo guerrero ha tenido que fiarse en su hermana y no en ella?
Adéntrate en las páginas de esta novela romántica cargada de acción y aventuras, y descubre el daño que puede causar la envidia.
Como en las anteriores entregas de esta serie, la autora nos lleva en un viaje por el tiempo, hasta la época medieval escocesa, en donde todo se veía de otra forma, ya que se repartían por clanes, y había bastante diferencia entre ricos y pobres.
En este caso, seguimos con lo vikingos y escoceses, y sus rivalidades, ya que mucha gente no los quiere en sus tierras por ser de otros países.
Muestra como es la vida de estas dos jóvenes, que desde muy pequeñas tuvieron que luchar para seguir vivas, ya que sobre ellas pesa un horrible peligro, y vemos que, mientras una es leal a lo que prometió y sigue luchando por todo y todos, la otra solo quiere riqueza y poder, hasta tal punto que parece que no le importa su hermana, y como hay un ducado en juego, todo vale para conseguirlo.
Esta novela está protagonizada por el pequeño de los McGregor, que todo ay que decirlo, se merecía tener su propia historia. Un valiente guerrero que lucha por conseguir lo que quiere, ya sea en el tema laboral, familiar o romántico.
Cuando se conocen ambos protagonistas, saltan chispas, pero habrá personas que no los quieran juntos y harán de todo para separarlos, y que no sean felices, entre ellas la propia Beth, que con lo que pasó en su pasado cree que no merece ser feliz, porque pondría en peligro a muchas personas.
Luchas de egos se verán aquí, pero también la historia de amor más bonita que los dos se merecen.
Describe como actúan con sus familias, y vemos como la madre de él tiene muchos perjuicios contra la gente de fuera, los que no son como ella, pero algo sucederá que le hará darse cuenta de que no hagas lo que no quieres que te hagan, y le hará abrir los ojos de una vez por todas.
Peligros ocultos, personas envidiosas, acción, lucha y amor, es la combinación perfecta que nos pone esta autora en la novela. Algo que nos hará engancharnos a la misma, y que una vez empecemos a leer ya no paremos hasta conocer su desenlace, ya que nos adentra dentro de la historia y la vamos viviendo a la vez que los personajes, y eso si, también da unas pequeñas pinceladas, de quienes podrían ser los próximos protagonistas de la siguiente novela.
Es una buena forma de desconectar de la rutina y los problemas diarios, ya que mientras estás en tu rato de lectura todo lo malo desaparece, y te metes en un mundo fantástico en donde todo puede pasar.
Leed esta saga de libros, porque desde ya os digo que os va a encantar, y si aún no conocéis a esta autora no se a que estáis esperando, porque no oso va a defraudar.
Gracias por vuestra atención, y recordad que un día sin leer es un día perdido.
