Buenas, ¿cómo estáis? Os vengo a dejar la reseña de un libro que ya leí hace tiempo, pero que se me pasó subirlo al blog, y creo que merece estar. Nos metemos dentro del mundo de los rancheros, que teníamos algo olvidado, pero que con esta novela volvemos a traer al presente. Os pido perdón por subirla sin foto de portada, pero es que no la di encontrado por ningún lado, la del libro que yo leí.
A continuación os dejo la sinopsis de la historia y mi valoración.
Amelia vive encadenada a un padre autoritario y enfermo. Sus estallidos de violencia la intimidan, pero la atormenta aún más su obsesión por casarla con Alan Culhane, el hijo menor de una acaudalada familia.
Como siempre, la autora nos traslada, gracias a sus descripciones, a los lugares en donde transcurre la trama de la novela, a la vez que nos muestra como son las personas que en ellos viven, sus costumbres y como se consideran más que vecinos, incluso familia, y en donde los problemas de uno lo viven como comunitarios, y si pueden ayudar lo hacen sin mirar si les puede llegar a costar caro, y no solo materialmente.
Muestra a dos personajes que son como el día y la noche. Por un lado ella es una persona que está sometida a su padre, al cual tiene mucho miedo, es introvertida y se guarda todo para ella. En cambio, él es una persona fuerte, independiente, que lucha por aquello que cree que es justo, y al cual no le gusta que hagan daño a nada ni a nadie, y que defiende aquello que considera injusto de cualquiera que quiera destruirlo.
Ambos intentarán luchar contra aquello que empiezan a sentir pero se darán cuenta que si se ayudan podrán lograr muchas más cosas que por separado.
¿Lograrán ser felices y dejar atrás todo lo malo? Si queréis saber la respuesta a esta y a otras preguntas que os puedan surgir, tendréis que leerlo.
Desde el principio nos mete dentro de la trama y la vas viviendo a la vez que sus protagonistas, y nos hace viajar sin salir de nuestra casa, ni de coger un avión, a estos maravillosos paisajes que nos muestra en el libro, y que nos hace verlos solo con la imaginación, ya que al ser una lectura tan descriptiva los podemos ver sin estar allí presente.
Es una buena forma de desconectar del día a día, de los problemas y la rutina diaria, porque os engancha de tal forma, que una vez que lo coges en tus manos para leerlo ya no vas a querer parar de leer hasta conocer su desenlace.
Es una lectura amena, y eso es de agradecer en los tiempos que corres, ya que todo lo que nos haga olvidarnos de lo malo, tiene que ser bien recibido.
Si os gusta este género literario o si queréis conocer nuevos autores, este puede ser un buen punto de partida, porque os llevará a conocer el fascinante mundo de los rancheros y de como trabajan en su día a día, y los problemas y alegrías que sufren para sacar sus ranchos adelante.
Gracias por vuestra atención, y recordad que un día sin leer es un día perdido.
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