Aquí os dejo la reseña del décimo libro de la saga "Cazadores Oscuros". Os pido perdón por no seguir mucho el orden cronológico, pero os los voy subiendo (los antiguos) según llegan a mis manos. A continuación os pongo el resumen de la historia:
Susan Michaels había sido una periodista reconocida, con varios premios en su haber, hasta que un escándalo arruinó su carrera. Ahora trabaja en un pequeño diario sensacionalista de Seattle, cubriendo las noticias más inverosímiles. Aunque está sobre la pista de una historia que podría redimirla...
Ravyn Kontis nació en un mundo de predadores. Cuatro siglos atrás había sido traicionado por quienes más amaba; perdió a su familia, su honor y su vida, y se convirtió en un Cazador Oscuro. Desde entonces, más letal de lo que jamás había sido, ha luchado en solitario. Sin embargo, si quiere salvar a la humanidad, debe confiar a una mujer el secreto que podría destruirle.
En el mundo de los Cazadores Oscuros la vida siempre es un peligro. Pero nunca tanto como ahora, cuando una mortal podría aniquilar el mundo con solo contar una historia. La pregunta es: ¿lo hará?
Como siempre la autora nos traslada a este mundo fantástico, donde toda clase de seres que no deberían existir conviven con los humanos. En este caso en un Cazador Katagario convertido en Cazador Oscuro, cosa que no suele suceder. Y como por un pequeño error se ve descubierto por una mujer que tendrá que luchar con uñas y dientes por seguir viviendo, ya que una persona normal no debería conocer este mundo, y o se hace escudera o muere, y ella que es una persona racional, tendrá que creer en cosas imposibles.
Las novelas de Sherrilyn Kenyon son vibrantes, irónicas, sexys y enormemente imaginativas. No son los libros de vampiros os recomendaría vuestra madre. Quizás por eso tiene tantos seguidores en toda el mundo, y yo soy una de ellas, porque cada historia que leo de ella me encanta.
Os recomiendo que leáis esta saga, ya que no os arrepentiréis, porque desde que cojáis el primer libro, ya no soltareis ninguno más, y os engancharán para siempre.
Gracias por vuestra atención, y recordad que un día sin leer, es un día perdido.
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