Después de muchos años, Laurel vuelve a la casa de su infancia, donde en 1959 una tarde de verano presencia un crimen que le cambiará toda su vida. Siendo ya una actriz célebre, y acechada por las sombras del pasado, vuelve a su casa e intenta desenmarañar lo ocurrido tantos años atrás. Una historia de tres amigos procedentes de mundos diferentes, que coinciden durante la II Guerra Mundial y cuyas vidas quedarán unidas de forma funesta e inexorable.
En este libro, la autora alterna los años treinta, con los cincuenta, y la actualidad, que en este caso es el año 2011. Es un relato fascinante, como todos los de esta autora, ya que sus historias llenas de misterios e intrigas, teatro y farsa, que capturan y no puedes parar de leer hasta descubrir que fue lo que ocurrió tantos años atrás.
Como siempre, sus novelas están ambientadas en épocas diferentes, para así poder saber lo que pasó hasta llegar al punto en donde se descubre todo.
Me gustan mucho los libros de esta autora, porque nos muestran historias ocultas, aquellas que muchas familias deciden no desvelar porque creen que son indignas y que se deben ocultar al resto de la gente, pero siempre habrá alguien que no esté conforme y quiera sacarlo a la luz para descubrir que fue lo que pasó.
Si os gustan las novelas de intriga, esta debe de ser una de vuestras escritoras favoritas, porque sabe llevar el suspense hasta el final, y nunca sabes quien es el responsable también hasta el final, no hace como otros autoras que te van dando pinceladas a lo largo de la historia.
Leedlo porque no os arrepentiréis, os engancha de principio a fin y son historias muy bonitas que sacan lo mejor y peor de todos sus personajes.
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