Buenas, ¿cómo estáis? Os vengo a dejar la reseña de la primera novela que compone la serie "El legado del dragón", que aunque salió el año pasado, la subo ahora porque, como tenía más entradas de novelas atrasadas, no me dio tiempo antes.
En este caso entramos en un mundo fantástico, en donde todo lo que creemos imposible puede suceder y convertirse en la realidad del día a día, y en una rutina, aunque sea algo que no es posible creer.
A continuación os dejo la sinopsis de la novela y mi valoración.
Cuando Breen era pequeña, su padre solía contarle historias de lugares increíbles, pero ahora es una veinteañera endeudada y sin tiempo para cuentos. Sin embargo, su vida da un giro inesperado cando descubre que es dueña de una fortuna que su madre le ha estado ocultando.
Decidida a encontrarse a sí misma en sus raíces, Breen viaja a Irlanda, la patria de su padre. Pero la Isla Esmeralda tiene reservado para ella un destino más grande de lo que jamás podría haber imaginado... y, en un bosque de Galway, Breen se encuentra con un mundo lleno de magia, una familia que no esperaba y un amor legendario.
La autora regresa con esta trilogía llena de misterio, aventuras y amor, a la vez que nos muestra el emocionante viaje de una joven a través de mundos paralelos, en donde lo imposible puede ser posible.
Gracias a sus descripciones, vamos a los lugares en donde transcurre la historia, ya sea en el mundo que se podrá denominar normal, en el que vivimos, o en el mundo fantástico, en donde vive la familia paterna de nuestra protagonista, y aunque ella no lo recuerde, también su hogar durante sus primeros años de vida. Eso hace que nos metamos dentro de la trama de la novela, y que la vayamos viviendo a la vez que sus personajes, y también que nos haga viajar hasta esos lugares tan maravillosos, sin necesidad de salir de nuestra casa, ni de coger un avión, solo con el poder de la imaginación, y eso también es un incentivo para después hacer ese viaje de manera física, para conocer un país como Irlanda, y que te llene de su magia.
Los personajes son como el día y la noche, no pueden ser más diferentes. Mientras él es un hombre lleno de responsabilidades, porque es el jefe del pueblo en donde vive, y el heredero del padre de ella, ella es un espíritu libre, que vive al día, pero ambos tienen cosas en común y es que se preocupan por aquellos a los que quieren sin importar si les puede costar la vida el salvarlos. Ella tiene una misión que desconocía, y él, hombre taciturno y atractivo, tiene que enseñarle todo lo que sabe, para que aprenda a canalizar lo que lleva dentro, y pueda llegar a cumplirla, y los salve a todos.
Ambos luchan contra lo que empiezan a sentir el uno por el otro, pero algo sucederá que les hará darse cuenta de que si quieren llegar a buen puerto en su misión, tienen que luchar juntos, porque si lo hacen por separado son más débiles y vulnerables en sus sentimientos, actos t acciones.
Aunque de momento solo hay un libro de la trilogía, ya podemos intuir que el suspense, la acción, el amor y el misterio, hacen una mezcla perfecta para este tipo de libros, porque desde el principio te engancha y ya no vas a querer parar de leer hasta conocer su desenlace, porque además te deja con la miel en la boca, de saber que más va a pasar, para que esperes con ansia el siguiente volumen de la serie.
En este tipo de libros, las mujeres y hombres que los protagonizan, son personas fuertes, independientes, seguras de si mismas, no son las típicas damiselas en apuros ni los príncipes azules que las van a salvar, sino que son iguales, compañeros, que se apoyan en uno en el otro para conseguir sus objetivos, y que son capaces de hacer cualquier cosa para conseguirlos.
Si os gusta este género de novelas, os queréis conocer nuevos autores, esta es la vuestra, y no lo digo porque sea una de mis autoras favoritas, sino porque escribe de maravilla, te muestra cosas que no sabías, y a la vez te mete dentro de mundos imposibles, en donde crea espacios que enganchan a los lectores, y no vas a poder parar de leer, cualquiera de sus libros hace eso.
Es una buena forma de desconectar de los problemas y la rutina diarios, porque no hay casi nada mejor que llegar a casa y que un buen libro te esté esperando, y más si es una lectura amena, que entretiene, ya que lo que nos haga olvidarnos de lo malo que por desgracias está pasando, es de agradecer.
Gracias por vuestra atención, y recordad que un día sin leer es un día perdido.
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