Buenas, ¿cómo estáis? Os vengo a dejar la reseña de la segunda novela que compone la serie "Las hermanas Lyndon". Seguimos en este viaje en el tiempo, en donde vamos a lugares y épocas que no imaginábamos siquiera poder conocer.
A continuación, y como siempre, os dejo la sinopsis de la historia y mi valoración.
Menos de dos semanas. Ese es el tiempo con el que cuenta Charles Wycombe, conde de Billington, para contraer matrimonio si no quiere perder su herencia. Hasta el momento, su búsqueda ha sido un desfile de candidatas descerebradas con las que ni siquiera sería capaz de pasar un par de horas. Justo en el momento en que sus esperanzas empiezan a desvanecerse, la casualidad le brinda a Ellie, una inteligente joven cuya única opción para escapar del hogar familiar también pasa por el altar. la solución parece clara... una unión de conveniencia. Pero Ellie nunca ha imaginado casarse con un extraño, así que fija una condición: el matrimonio no se consumará hasta que no conozca mejor al hombre que se oculta tras ese bello rostro. Con un beso que lleva a otro, ambos descubrirán que su matrimonio, al final, no es tan inconveniente como parecía y que tal vez, simplemente, les lleve a conocer el amor verdadero.
Como en la anterior historia, la autora, gracias sus descripciones, nos muestra como era la vida en esa época, en donde lo más importante era que ponerse en el próximo baile, en el caso de las familias adineradas, y que llevarse a la boca, en la clase social baja, algo que muestra muy bien, ya que nos enseña las diferencias que hay entre ellos, impuestas por ellos mismos.
En este caso nos muestras como las mujeres eran tratadas como meros objetos que poseer por los hombres, que no tenían ni voz ni voto, pero también nos describe los problemas que los nobles también tenían problemas, en este caso ellos, ya que por dinero, si lo quieren, tienen que hacer cosas que no desean, como por ejemplo, casarse con alguien en poco tiempo.
Describe a dos personajes, que no podrían ser más diferentes, pero que tienen algo en común, y es que tienen que hacer algo si quieren solucionar sus problemas. Pero aunque luchen con uñas y dientes contra los que les pasa, algo les hará ver que juntos son más fuertes que por separado, y que estar con alguien y apoyarse en él, no es símbolo de debilidad, sino que es todo lo contrario, muestra más fortaleza.
También nos muestra como eran los matrimonios en ese tiempo, y es que las parejas se casaban casi sin conocerse, y eso llegaba después de las bodas, y sino se llevaban bien tenían que apechugar con lo que habían hecho o buscarse otros entretenimientos, porque el divorcio no existía, y si lo hacía no estaba bien visto por la alta sociedad, aunque sus vidas fueran conocidas por todos y fueran la comidilla de cualquier evento.
Ambas novelas están conectadas, ya que las protagonistas femeninas son hermanas, y además hijas de vicario, alguien respetado pero que no era de la alta sociedad, por eso os recomiendo que las leáis por orden porque sino os podéis perder un poco con la historia.
Es una buena forma de desconectar, porque es una lectura amena, y aunque mete hechos históricos durante la narración, eso no la hace más pesada, sino que nos ayuda a entender mucho mejor la trama de la novela. Engancha desde el principio, cuando la empiezas a leer y ya no vas a querer parar hasta conocer su desenlace, ya que la autora nos hace viajar en el tiempo, sin necesidad de salir de casa, solo con la imaginación.
Si os gusta este género literario, o si queréis conocer nuevos autores, esta es vuestra serie literaria, porque desde ya os digo que no os va a defraudar, y si la leéis no os vais a arrepentir de haberlo hecho.
Gracias por vuestra atención, y recordad que un día sin leer es un día perdido.
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