Aquí os dejo mi opinión sobre la vigésimo octava novela de la saga de los Cazadores Oscuros de Sherrilyn Kenyon.
Esta es la historia de Jess "Sundown" Brady, un pistolero del Siglo XIX, que tras ser matado por su mejor amigo en el día de su boda, hace un trato con la diosa Artemisa para poder vengarse, pero por ese trato el queda a su servicio, convirtiéndose en un Cazador Oscuro, personas que carecen de su alma y que forman un ejercito que defiende a la humanidad de los daimons, demonios que se alimentan de almas, ya que son personas que por culpa de la maldición del dios Apolo cuando llegan a los veintisiete años o mueren de forma dolorosa o se convierten en eso.
Pues este libro cuenta la historia de Jess y de Abigail, una chica que se quiere vengar de él porque cree que mató a sus padres cuando ella era pequeña. Lo que no sabe es que por los actos que comete el mundo va a sufrir un Apocalipsis, siempre y cuando no lo resuelvan a tiempo. Gracias a ese encuentro descubrirá muchas cosas que le harán replantearse todo en lo que durante su vida creyó.
Os lo recomiendo que lo leáis porque es una de mis escritoras de novela fantástica preferida. Yo ya leí casi toda la saga de libros y espero que siga escribiendo más, porque sabe mezclar hechos que sucedieron en realidad con historias creadas en su imaginación. Así que yo os recomiendo que leáis todos los libros porque no os defraudarán. Además todos tienen que ver los unos con los otros porque van apareciendo los personajes que posteriormente serán protagonistas en los siguientes libros.
A mí este libro como podéis leer me gustó, pero como todos los de la serie, y estoy deseando que salga el próximo pronto para leerlo.
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