A continuación os dejo la reseña de la decimoquinta novela de la saga "Cazadores Oscuros". Abajo os pongo el resumen de la misma:
El acero más fuerte se forja en las llamas del infierno...
Fue el primer Cazador Oscuro. Ahora es el líder indiscutible de todos ellos. No responde ante nadie y sus órdenes son acatadas al momento. Es poderoso, enigmático, inaccesible. Una leyenda entre las leyendas. Ha luchado por la supervivencia de la humanidad al tiempo que ocultaba celosamente sus orígenes y su tormentoso pasado.
Es una historia que comenzó hace once mil años, cuando una diosa escondió a su primogénito entre los humanos. Esta es la historia de Aquerón.
En este libro nos cuenta toda la historia del protagonista, desde que nace hasta la actualidad. Aquerón es el hermano de Styxx, cuya novela ya he subido al blog, y al igual que su hermano son los dos libros más gruesos, ya que tienen mucho que contar.
En este caso, Aquerón, es hijo de una diosa, que por salvarlo lo ocultó en el mundo humano, y por eso es el gemelo de Styxx. Sufre mucho de niño, se enamora de una diosa, y así pasan once mil años, hasta que conoce a Sotería.
Tory quiere encontrar la Atlántida, y por eso conoce a Aquerón. En su busca encuentra unos diarios de la hermana de nuestro protagonista, donde cuenta historias que no debería ser reales. Por eso Aquerón la busca y los quiere recuperar, ya que nadie debe conocer su pasado. Pero intrigas ajenas a ellos no se lo podrán fácil.
Los Cazadores Oscuros se crearon por él, y él los va a proteger de quien sea ¿Lo logrará?
Para contestar a estas y otras preguntas tendréis que leerlo, pero os aconsejo que empecéis por el principio, ya que sino os vais a perder un poco con los personajes. Como siempre me encantó la novela, porque nos transporta a lugares míticos, que no pensamos ni siquiera conocer, pero que gracias a su mano los visitamos como si fuéramos turistas de vacaciones.
Por eso os recomiendo que leáis esta serie porque no os vais a arrepentir. Os engancha desde el principio y no podréis parar de leer.
Gracias por vuestra atención y recordad que un día sin leer es un día perdido.